Normativas – Políticas públicas Vs Posicionamiento cultural machista I

Hablamos de violencia en el ámbito privado, domestico, laboral, institucional…., cuando observamos ese desmembramiento lo podemos pensar como una forma de encarar distintas respuestas, distintas intervenciones, distintas normativas: leyes, resoluciones, decisiones administrativas, protocolos, etc, etc. Pero todas estas distinciones no deben quitar el foco de que el problema es uno, solo uno, la violencia por razones de género. A título de tener en cuenta, según leyes vigentes se denomina violencia a “toda conducta, acción u omisión, directa o indirecta en lo público o privado basada en una relación desigual de poder”.

También podemos tratar de entender la problemática, y observar manifestaciones, consecuencias, situaciones, como para estar atentos, y pensar:
¿Quién y por qué es potencial victimario/a?
¿Cuál es la intención que persigue con el acoso, la persecución, ese hostigamiento?
¿De qué manera lo realiza, es muy obvio, es sutil, son actitudes, palabras, silencios?

Tratemos de perfilar a este victimario/a, porque cabe aclarar que en hechos contra mujeres, no siempre los victimarios son solo hombres, cuando hablamos de posicionamiento cultural machista, estamos hablando de cualquier persona posicionada en ese lugar. Pero concretamente es alguien que tiene un vínculo estrecho por razones personales, laborales, por prácticas deportivas, y que “tiene como objetivo afectar o generar un daños a su víctima”.

¿Qué tipo de daño pretende generar?

Podemos observar por su operatoria, la necesidad de dominio y de control, eso solo se logra dañando la libertad de la víctima, libertad de acción y de respuesta, por lo tanto se daña la dignidad y/o su integridad psicológica. Lo que es condición, para avanzar con otros daños sobre la víctima de violencia.